Inhalación de humo en incendios: Síntomas y cómo actuar

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La inhalación de humo es la primera causa de muerte relacionada con los incendios. Los efectos de inhalar partículas de humo y gases nocivos están vinculados con el síndrome de dificultad respiratoria, la asfixia y la insuficiencia respiratoria. La realidad es que el tratamiento al que deben someterme las personas víctimas de inhalar humo en un incendio puede llegar a ser clínicamente complejo en determinados casos, pues dichas partículas pueden afectar al correcto funcionamiento de todos los órganos de nuestro cuerpo.
En el presente artículo queremos dar a conocer las principales consecuencias que sufren las personas víctimas en un incendio tras haber inhalado humo, cómo podemos actuar en caso de mostrar alguno de estos síntomas y finalmente subrayar la relevancia del mantenimiento de sistemas contra incendios y control de humos.

 

El síndrome de inhalación de humo en incendios

Los incendios fortuitos en el hogar suceden frecuentemente en la cocina o cerca de chimeneas y estufas, aunque también un buen número de casos están relacionadas con el tabaquismo, es decir, con colillas mal apagadas. El hecho de que la mayoría de incendios se originen en habitaciones de reducido tamaño provoca que la persona que se encuentre en ese mismo lugar, aún pudiendo salir ilesa de quemaduras, es muy probable que haya inhalado humo generado por el fuego.

En el caso de edificios de mayor tamaño, naves industriales u otra clase de establecimientos, el origen de un incendio puede ser todavía más diverso y, por ello, resulta imprescindible realizar un exhaustivo análisis de riesgos a proteger pensando en la realidad diaria a la que se enfrenta el establecimiento en cuestión.

En cualquier caso, las personas presentes en la zona de un incendio corren el riesgo de inhalar humo nocivo que puede inflamar los pulmones y las vías respiratorias, hecho que provoca el conocido como síndrome de dificultad respiratoria aguda o simplemente como síndrome de inhalación de humo. En otras palabras, la inhalación de humo puede provocar una insuficiencia respiratoria que podría complicarse en función del tiempo de exposición o de patologías previas de la víctima.

Causantes de la insuficiencia respiratoria en incendios

El humo de un incendio priva de oxígeno al ambiente de las áreas afectadas pero, además, la combustión de algunos materiales o la presencia de productos químicos pueden empeorar el escenario para las víctimas. A continuación presentamos los tres causantes básicos que provocan la insuficiencia respiratoria en incendios:

Falta de oxígeno

Cuando los materiales arden en un incendio liberan ciertas sustancias químicas y gases que, junto con las cenizas y las partículas de carbón u hollín, agotan el volumen de oxígeno en el aire provocando la asfixia en las personas presentes. Antes de esto, sin embargo, las víctimas pueden sufrir confusión, desorientación e inconsciencia, hecho que les impide salir de la atmósfera humeante con rapidez, prolongando así su exposición a un entorno con bajos niveles de oxígeno.

Irritación química

La combustión de algunos materiales puede provocar la liberación de sustancias químicas que dañan la piel y las membranas mucosas. Por ejemplo, el dióxido de azufre, el cloro o el amoníaco son algunos de los productos químicos más comunes que, al arder, dañan el tracto respiratorio causando el colapso de las vías respiratorias.
El calor que desprende el humo de un incendio es al mismo tiempo causante de la irritación de las vías respiratorias superiores, pudiendo quemar sus membranas mucosas, hecho que puede provocar también su inflación y colapso.

Asfixia química

La asfixia química es el resultado de la presencia de compuestos químicos en el humo de un incendio que interfieren en el suministro y el uso de oxígeno dentro de las células y pueden causar daños al sistema nervioso.

 

Principales síntomas tras haber inhalado humo en un incendio

Además de la ya evidente dificultad para respirar, la inhalación de humo en incendios puede provocar algunos de los siguientes síntomas:

  • Tos: La irritación causada por el humo hace que las membranas mucosas que recubren el tracto respiratorio secreten más mucosidad, que puede ser clara, gris o negra dependiendo del volumen de partículas quemadas que hayan penetrado en la tráquea y los pulmones.
  • Dolor de cabeza: La exposición al monóxido de carbono puede causar fuertes dolores de cabeza, así como náuseas e incluso vómitos.
  • Dolor en el pecho: La falta de oxígeno en el corazón y la tos excesiva causada por la irritación en el tracto respiratorio pueden contribuir al dolor en el pecho.
  • Ronquera o respiración ruidosa: Las partículas quemadas y los gases nocivos, especialmente aquellos que provienen de productos químicos, pueden irritar y dañar las cuerdas vocales causando un hinchazón y el endurecimiento de las vías respiratorias.
  • Cambios en la piel: El tono de la piel tras sufrir falta de oxígeno por inhalación de humo puede ser pálido y azulado.
  • Daño ocular: El humo de un incendio irrita los ojos y causa enrojecimiento. El calor desprendido puede llegar a provocar quemaduras en las córneas.
  • Otros síntomas: Permanecer por tiempo prolongado en un ambiente con bajos niveles de oxígeno puede causar otros síntomas tales como confusión, desmayos, disminución de los reflejos, convulsiones o incluso el coma.

Qué hacer en caso de intoxicación por humo

En el caso de haberse originado un incendio si corremos peligro de inhalar humo, siempre que sea posible, es recomendable mojar en agua una prenda de ropa y atarla alrededor de nuestra cabeza para tener las manos libres mientras socorremos a posibles víctimas. Debemos buscar siempre un sitio abierto y ventilado y, en el caso de vernos encerrados en una habitación junto a la ventana sin poder salir, podemos cubrir las ranuras de las puertas con ropa o sábanas para evitar la entrada de humo en la habitación.

Permanecer lo más agachados posible (el humo sube y consume desde arriba el oxígeno del espacio) y respirar únicamente por la nariz para filtrar mejor los gases tóxicos humo son las recomendaciones básicas para protegernos en un incendio y minimizar los riesgos para nuestra salud.

La importancia de los sistemas contra incendios y control de humos

Independientemente del tipo de establecimiento, resulta de gran relevancia contar con un robusto sistema de control de temperatura y evacuación de humos (SCTEH) para controlar y limitar el movimiento del humo y los gases calientes del incendio . Ello permite extender el tiempo del que disponen las posibles víctimas para una evacuación segura, aumenta la eficacia de los servicios de intervención a la vez que protege los bienes y el edificio

La eficacia de los sistemas de control de humos es clave en la estrategia de seguridad de un edificio. Garantizar dicha eficacia solo es posible si se siguen los siguientes pasos:

  1. Llevar a cabo un adecuado diseño basado en las particularidades de cada edificio aplicando la norma UNE 23585 y los requisitos de la DT55 vigentes.
  2. Elegir los sistemas (exutorios/aireadores, cortinas de humos, ventilación mecánica, etc.) que mejor rendimiento estén otorgando para el control de humos y que cumplan con los requisitos de la norma UNE-EN 12101-2. Y si, además, se aprovechan dichos equipos, en su estado pasivo, para ofrecer otras funciones como es el caso de exutorios/aireadores que brindan la posibilidad de aportar luz natural desde la cubierta y ventilación natural al interior del edificio, deberán estar certificados para estas otras funciones según su naturaleza.
  3. Contar un instalador homologado según R.D.513/2017 que garantice la correcta instalación y puesta en marcha de los sistemas y equipos.
  4. Contar con un mantenimiento periódico de los sistemas de control de humos para evitar posibles fallos tras largos periodos de inactividad. Dicho mantenimiento deberá ser realizado por un mantenedor homologado según R.D.513/2017.

 

1 Comentario

  1. Limpié una chimenea y solo utilize un cubrebocas sencillo ahora me arde la garganta que puedo hacer hay otras consecuencias graves?

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