Cuando se diseña un sistema de detección automático de incendio para grandes recintos, especialmente naves industriales, uno de los sistemas más utilizados habitualmente es la protección con detectores lineales de haz óptico de humo.

Como cualquier sistema de detección de incendio, su diseño debe obedecer a lo especificado en la Norma UNE 23007, parte 14, en su Anejo A. En ella se establecen dos aspectos fundamentales; el primero, las coberturas y las distancias en horizontal de los equipos, para establecer cuántos deben instalarse en función de la geometría del edificio. El segundo, y quizás el aspecto que menos se cumple, es la distancia de los equipos a la cubierta.

Según la Tabla A.2 de la citada Norma UNE 23007, la distancia vertical desde el eje del haz y el techo no debe superar nunca los 0.6 m para techos con una inclinación menor de 20º (0.5 m para el caso de alturas inferiores a 6 m), ni los 0.8 m para techos más inclinados.

En edificios industriales, la mayor parte de las veces existen elementos estructurales que impiden cumplir esta distancia máxima al techo (ver ejemplo en foto adjunta), ya que solo la altura de dicho elemento ya supera ese valor. En estos casos, estos equipos NO DEBEN INSTALARSE bajo ningún concepto, teniendo que optar por otro tipo de soluciones (p.e. detectores puntuales si la altura es inferior a 12 metros para detectores de humo).

Además, según la misma tabla, tampoco pueden instalarse estos equipos en alturas de naves superiores a los 12 metros, teniendo también que optar por otros sistemas (p.e. sistemas de detección por aspiración).