Es bastante habitual encontrar instalaciones de protección contra incendios en almacenes de gran altura cuyos equipos son de difícil acceso para su mantenimiento. Muchas veces esta incorrecta práctica nace durante el diseño inicial del proyecto, donde la necesidad de ahorro económico de las instalaciones hace que tanto instaladores como clientes caigan en este error, ubicando los equipos en zonas realmente inaccesibles.
Si bien es cierto que esta práctica puede representar un ahorro económico (muchas veces poco significativo) a corto plazo, a la larga genera problemas para su correcto mantenimiento, así como un coste adicional muy elevado si finalmente van a ser necesarios medios auxiliares como por ejemplo sistemas elevadores para acceder a los sistemas contra incendios o, incluso, que el acceso a los equipos durante el mantenimiento represente un exceso de tiempo por su dificultad.
Lo más probable es que el extra coste de un correcto mantenimiento en estas circunstancias acabe alargando en el tiempo en que se realiza el preventivo, perjudicando el adecuado funcionamiento de los equipos contra incendios y la correcta protección de la zona, pudiendo incluso deteriorar algunos elementos del equipo prematuramente, con el consecuente coste económico adicional que esto conlleva.
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